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Mejore su vitalidad y bienestar con los mejores suplementos nutricionales respaldados por la ciencia para ralentizar el proceso de envejecimiento y promover la longevidad.
Los principales factores que contribuyen a la longevidad son la alimentación, el estilo de vida y los factores genéticos, sociales y medioambientales1.
La obesidad, el mal control de la glucemia, el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol contribuyen en gran medida a una muerte más prematura. En muchos casos, estos factores son los causantes subyacentes de las dos principales causas de muerte: las enfermedades cardiacas y el cáncer.
Existen muchas teorías sobre las causas del envejecimiento, sin embargo, básicamente existen dos tipos.
Las teorías programadas creen que existe una especie de reloj genético que determina el momento en que llega la vejez, mientras que las teorías del daño creen que el envejecimiento es el resultado del daño acumulado en las células y el material genético. Es probable que el envejecimiento humano sea el resultado tanto de un reloj genético como del daño celular.
Una de las teorías programáticas más populares sobre el envejecimiento es la del acortamiento de los telómeros. Los telómeros son los segmentos de los extremos del ADN (nuestro material genético). Cada vez que una célula se replica, un pequeño trozo de ADN se desprende del telómero y se acorta. Mientras más cortos sean los telómeros, más afectada se verá la expresión génica. El resultado del cambio en la expresión génica es la susceptibilidad al envejecimiento celular.
La teoría del daño más popular es la teoría de los radicales libres del envejecimiento. Esta teoría sostiene que el daño causado por los radicales libres contribuye al envejecimiento y a las enfermedades relacionadas con la edad. Los radicales libres son moléculas muy reactivas que pueden unirse a compuestos celulares y destruirlos. Los radicales libres podrían proceder de nuestro entorno (luz solar, rayos X, radiación, sustancias químicas), de los alimentos o bebidas que consumimos, o producirse en nuestro organismo durante las reacciones químicas. Los antioxidantes son compuestos que bloquean los radicales libres o el daño oxidativo.
Otra teoría para destacar es la teoría de la glicosilación. Esta teoría implica que las moléculas de azúcar en la sangre se adhieren a las proteínas celulares, lo que provoca la disfunción de las proteínas. La glicosilación excesiva forma productos finales de glicosilación avanzada (AGE), que provocan la inactivación de las enzimas, dañan las proteínas, debilitan la función inmunitaria y aumentan el riesgo de padecer enfermedades autoinmunes. Los AGE, al igual que los radicales libres, están relacionados con las enfermedades crónicas. Las dietas con alto contenido de azúcar y la diabetes favorecen la glicosilación, lo que contribuye al acortamiento de los telómeros.
Una medida popular del control del azúcar en la sangre y del grado de glicosilación en el organismo es la medición en sangre de la A1C, que mide el porcentaje de hemoglobina glicosilada en los glóbulos rojos. Si se tiene un mal control del azúcar en la sangre o una A1C elevada, la forma más importante de combatir el envejecimiento y promover la longevidad es seguir una dieta y estrategias de administración de suplementos para mejorar el control del azúcar en la sangre. En ensayos clínicos doble ciego con seres humanos, se ha demostrado que el compuesto vegetal berberina es muy beneficioso para el control del azúcar en la sangre y podría ser un suplemento antienvejecimiento y de longevidad importante para las personas con exceso de glicosilación2,3.
El envejecimiento acelerado se caracteriza por varios factores, como la inflamación crónica de bajo grado, la reducción de la función mitocondrial, la glucosilación excesiva y otros signos de daño celular. Todos estos factores guardan relación entre sí.
Por lo general, a medida que las personas envejecen se produce un aumento de la inflamación y una disminución del número y la función mitocondrial. Esta combinación provoca la acumulación de residuos celulares. Si disponen de energía suficiente, las células pueden eliminar estos residuos celulares mediante la autofagia. Pero con la disminución de la función mitocondrial y la producción de energía, los desechos celulares no se eliminan a través de la autofagia y, como consecuencia, es otro factor desencadenante importante de la inflamación crónica.
En absoluto. Ya que el cerebro es el tejido con mayor actividad metabólica del organismo, los efectos del envejecimiento pueden afectarlo gravemente. Pero se pueden tomar medidas no solo para frenar la pérdida de memoria y el deterioro mental, sino también para invertirlos en cierta medida. Ya seamos jóvenes o mayores, nuestro estado nutricional desempeña un papel fundamental a la hora de determinar el funcionamiento de nuestro cerebro. También es importante señalar que existe un vínculo muy fuerte entre la salud cardiovascular y la salud cerebral. No es de extrañar que muchas de las mismas estrategias alimentarias, de estilo de vida y de suplementos que favorecen la salud del corazón tengan el beneficio adicional (directa o indirectamente) de favorecer la salud cerebral.
Mi recomendación general en cuanto a los suplementos es que se asegure de que su base nutricional sea sólida. Además de una alimentación que promueva la salud, creo que los siguientes suplementos clave son importantes como enfoques fundamentales para el antienvejecimiento y la longevidad:
Para partir de esta base, yo recomendaría centrarse en los suplementos que actúan en favor del glutatión, mejoran la función mitocondrial, ejercen un efecto positivo sobre la autofagia y reducen la inflamación silenciosa.
Uno de los compuestos más importantes que producen todas las células del organismo es el glutatión. Las células utilizan este compuesto valioso para protegerse contra el daño, así como para ayudar a la desintoxicación de compuestos nocivos.
El glutatión es una molécula proteica pequeña compuesta de los aminoácidos glutamato, cisteína y glicina. A lo largo de 100 años de investigación, más de 100.000 artículos científicos han establecido que mantener los niveles de glutatión celular es una de las claves más importantes para mantener una función celular adecuada, la salud inmunitaria y ralentizar el proceso de envejecimiento8.
Los suplementos más populares para aumentar los niveles de glutatión son el glutatión (GSH) o la N-acetilcisteína (NAC)8,9. La dosis normal de suplementos orales de GSH reducido es de 250 a 1000 mg al día. En el caso de la NAC, la dosis suele ser de 500 a 1000 mg diarios.
Otra molécula antienvejecimiento que se comporta de forma similar al glutatión es la ergotioneína (ERGO), un aminoácido natural único que se encuentra en todos los alimentos, pero la mayor fuente dietética, de lejos, son los hongos. La ERGO ejerce varias acciones biológicas que protegen y mejoran la función celular, entre ellas actuar como antioxidante, regular la inflamación y ayudar a la desintoxicación. Cada vez existen más pruebas de que las dietas ricas en ERGO ejercen estos efectos protectores y favorecen la longevidad. Por estos motivos, a la ERGO se la ha denominado la “vitamina de la longevidad”10,11.
Las pruebas demuestran que la ERGO podría proteger contra el daño oxidativo, la inflamación y la disminución de la función mitocondrial vinculada al deterioro cognitivo en los adultos mayores12,13. Los niveles de ERGO eran considerablemente más bajos en las personas mayores frágiles que en las no frágiles14. Y en otro estudio se demostró que unos niveles más altos de ERGO guardaban relación con la preservación de la marcha (forma de caminar)15. La alteración de la marcha es un signo frecuente del envejecimiento.
Se ha demostrado que la ERGO disminuye el estrés oxidativo en prácticamente todos los tejidos y tipos celulares estudiados. Esto representa un efecto antienvejecimiento sistémico12.
Dado que los hongos son, por mucho, la principal fuente dietética, si una persona no come hongos habitualmente, es probable que tenga una deficiencia de ERGO y puede obtener beneficios al tomar un suplemento de ERGO.
Las mitocondrias son los compartimentos que producen energía en nuestras células. La disminución de la función mitocondrial es un factor importante que influye en el envejecimiento, la disminución de la función cognitiva y la falta de memoria. Mejorar la función mitocondrial requiere cuatro consideraciones principales:
En cuanto a la utilización de potenciadores mitocondriales, un buen punto de partida es la combinación de coenzima Q10 (CoQ10) y pirroloquinolina quinona (PQQ). Esta combinación produce mejores resultados que tomarlas por separado. La CoQ10 resulta muy conocida, pero la PQQ apenas está empezando a popularizarse. La PQQ es un antioxidante eficaz que ofrece una protección específica contra el daño mitocondrial y ejerce otras acciones importantes para la función mitocondrial. También promueve la generación espontánea de nuevas mitocondrias dentro de las células envejecidas, un proceso conocido como biogénesis mitocondrial11,16-18.
La autofagia es el proceso de limpieza celular que elimina la basura celular, los desechos, los microorganismos y los compuestos no deseados. Se ha observado un aumento de la autofagia en seres humanos centenarios excepcionalmente sanos y parece ser un objetivo clave para vivir una vida más larga y saludable19.
Para potenciar la autofagia, es importante reducir la formación de basura celular excesiva, reducir la inflamación y apoyar la función mitocondrial5. Las siguientes son algunas de las medidas generales clave para apoyar estas metas:
Varios suplementos dietéticos mencionados anteriormente potencian la autofagia, entre ellos la curcumina, la vitamina D3, los aceites de pescado, la NAC, la ERGO y la CoQ10. Otros suplementos dietéticos que promueven la autofagia son el resveratrol y la espermidina20-22.
El resveratrol es un compuesto polifenólico que está presente en dosis bajas en la uva (solo en la piel), el vino tinto, los cacahuetes y los arándanos. La mayoría de los suplementos de resveratrol utilizan como fuente la hierba nudosa japonesa (Polygonum cuspidatum). El resveratrol potencia la autofagia y reduce los marcadores de inflamación cerebral relacionados con el envejecimiento y la función mental deficiente en los adultos mayores. Como resultado, el resveratrol mejoró el estado de ánimo, la cognición mental y los puntajes en las mediciones de las actividades de la vida diaria en los adultos mayores. En otras palabras, los ayudó a actuar y sentirse más jóvenes. Es probable que la mejora de la autofagia sea uno de los motivos principales23-25.
La espermidina es un aminoácido dietético producido por el cuerpo humano. Como su nombre lo indica, la espermidina es muy importante para la función espermática, pero también desempeña un papel importante en las células de todo el organismo y como compuesto antienvejecimiento. La espermidina combate el proceso de envejecimiento mejorando la autofagia y la función de las mitocondrias. En modelos de envejecimiento y en ratones, se ha demostrado que los suplementos de espermidina prolongan la esperanza de vida. En los seres humanos, el mantenimiento de niveles elevados de espermidina a lo largo de la vida parece contribuir a vivir más tiempo y favorece la mejora de la función cognitiva26-28.
Uno de los efectos más notables de una estrategia integral contra el envejecimiento y a favor de la longevidad es el poder de la sinergia. No se pueden subestimar los efectos sinérgicos de una serie de estrategias dietéticas y de estilo de vida para ralentizar el proceso de envejecimiento y promover la longevidad.
Algunas investigaciones científicas recientes se han centrado en los adultos mayores denominados "superancianos", que envejecen con gracia y con un mayor funcionamiento mental y físico en comparación con la norma. Están experimentando un "envejecimiento sano y elegante y una longevidad prolongada". Y ese es quizás el objetivo más deseado para todos nosotros a medida que avanzamos en la vida. La mejor forma de lograrlo podría ser adoptar una dieta y un estilo de vida saludables junto con el uso de suplementos dietéticos antienvejecimiento y promotores de la longevidad.
Las estrategias antienvejecimiento clave con suplementos dietéticos implican abordar factores como el acortamiento de los telómeros, el daño causado por los radicales libres, la glicosilación y la función mitocondrial para ralentizar el envejecimiento y promover la longevidad.
Mantener la masa muscular también es un objetivo importante en cualquier plan antienvejecimiento. Cuando la mayoría de las personas alcanzan los 80 años, su masa muscular es un poco más de la mitad de la que tenían a los 20 años. El grado de pérdida de masa muscular se relaciona con una esperanza de vida considerablemente más corta, una menor vitalidad, un equilibrio deficiente, una marcha más lenta, más caídas y un aumento de las fracturas. El ejercicio, particularmente el entrenamiento de fuerza, es importante, junto con estrategias nutricionales como suplementos de proteínas en polvo y creatina4,5.
Referencias:
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